Ni duda cabe que en nuestro mundo las sorpresas están a la orden del día, por ejemplo, los juegos denominados Paraolímpicos casi pasan desapercibidos para los grandes medios. La diferencia con la cobertura que se hizo entre los deportistas que compitieron en los juegos olímpicos que concluyeron hace días, con la cobertura de los paraolímpicos es abismal e injusta.

No hay nada más injusto que poner cargas iguales entre

desiguales, cientos de atletas con capacidades diferentes hacen esfuerzos gigantescos para alcanzar el triunfo y todo ello, sin público, sin medios masivos de comunicación que difundan sus hazañas.

Por ende es importante mencionar que nuestros semejantes

merecen todo nuestro respeto y admiración, las personas con capacidades diferentes son ejemplo de vida, personas que nunca se han dado por vencidos y por tanto, son inspiración de miles de seres humanos.

Así que aún estamos a tiempo de reconocer su admirable esfuerzo y brindarles nuestro reconocimiento aunque no hayan ganado medalla alguna.